El objetivo es trasvasar los objetos de un recipiente a otro, con lo que vamos perfeccionando la psicomotrocidad, el control óculo-manual y la concentración.
El ejercicio se comienza trasvasando de izquierda a derecha, y así vamos entrenando al niño en la prelectura, ya que cuando leemos siempre lo hacemos así, de izquierda a derecha.
Debemos permitir al niño explorar el trabajo, y nunca corregir acciones de este tipo, ya que son extensiones del ejercicio en sí, tan válidas como el ejercicio con el que iniciamos el trabajo.
1 comentario:
Gracias Maria, que chulo.
Besitos
Publicar un comentario