Ésta es una de las cosas que más les gustan a las niñas. Ayudar en la cocina, y es que la cocina es creatividad, es transformación es amor.
Les expliqué cómo batir huevos a lo Montessori, y es que cada ejercicio de vida práctica está orientado a desarrollar el control del movimiento, entre otros objetivos, y a la preparación para la escritura.
Disfrutaron muchísimo, y la tortilla quedó ¡genial!
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